Desde el Centro de Derechos de las víctimas de violencia "Minerva Bello" reafirmamos que nuestro compromiso estará siempre para cualquier persona que sea vulnerada en sus derechos como es el caso de los jóvenes normalistas quienes son para nosotros una prioridad, quienes son constantemente criminalizados por ser jóvenes de orígenes humildes, por ser hijos de campesinos, hijos de nuestros pueblos que aceptan a temprana edad la contienda que viene acompañada del hecho de no resignarse, de no rendirse y buscar no solo superarse si no ser verdaderos motores de cambio social a favor del pueblo.
Ante lo gris que se pudieran presumir la situación del normalísimo rural ante los ojos del estado y de aquellos que velan por el capital financiero, tiene que estar primero la persona, velaremos por que se cumpla cabalmente el principio pro homine mediante la defensa, el dialogo y la protesta pacífica que son y serán siempre un derecho y que velaremos para ayudar a ser ejercidos por las victimas y en este caso por los y las normalistas.
Derivado de estos meses de acompañamiento hemos vislumbrado en el horizonte el embate que viene contra las normales rurales y por ello nuestro compromiso será siempre buscar prepararnos más y organizarnos mejor como organismo civil de derechos humanos para poder estar en condiciones de brindarles nuestro apoyo total.
En la medida de nuestras posibilidades defendemos y protegemos los derechos de las victimas a la justicia, a la verdad, a la memoria y a la no repetición. Desde que se fundó el Centro de Derechos de las víctimas de violencia "Minerva Bello en el año 2018 los compañeros de Mactumactzá compartieron su problematica con nosotros y desde ese entonces hemos ido tejiendo lazos fuertes.
Reafirmamos una vez mas nuestro apoyo incondicional en su lucha por una educación digna para el pueblo mexicano y los más necesitados.
¡Mactu vive! ¡El normalísimo rural vive!
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